Opinión

Gratitud supera episódicos desacuerdos y antagonismos

Por: Amaro Rodríguez S.

La gratitud es una norma moral que debe mantenerse incólume a través del tiempo, superando episódicos desacuerdos o antagonismos que aparentemente puede vulnerar la gratitud, guardada con firmeza en primer lugar a Dios artífice de lo bueno que nos acontece y a determinadas personas e instituciones, que nos ofrecieron la oportunidad para trabajar..

La gratitud ayuda a las personas a vivir en armonía con la familia, con la sociedad, es mandato divino para los cristianos, cuando Cristo al atender el ruego de 10 leprosos, los sanó, pero solo un samaritano extranjero, regresó para agradecer a Cristo, nuestro maestro y pastor reclamó la gratitud de los otros nueve leprosos que también habían sido curados.

La gratitud lo inculca en el hogar  nuestra familia, merece ser promovido en la educación formal,  porque ayuda a la armonía personal, genera confianza en nuestro entorno, ayuda a respetarnos siendo gratos con servicios y ayuda recibida en nuestro trayecto.

Personalmente, además de la gratitud a mis padres, la gratitud a quienes me encaminaron en la tarea laboral, en el SNEM financiado por Unicef, en mi desarrollo profesional, pese a no tener formación académica por haber sido 100% un estudiante universitario “turista” de la UNT, solo registraba mi matrícula, compraba copias de los cursos del semestre, retornaba a dar exámenes y continuaba trabajando en diferente lugares.

Profesionalmente guardo gratitud a los Directores de la GUE José R. Benavides de Iquitos, al Director de la Escuela Normal  Superior de Varones de Iquitos, a Decanos de la Facultad de  Educación y al Rector de la Universidad Nacional de la Amazonia Peruana,  donde laboré nombrado con 40 horas. Hasta me encargaron ser Secretario del Consejo de Facultad de Educación y firmé los 20 primeros títulos profesionales que otorgó UNAP a los primeros egresados. Solo la confianza recibida me obligó responder como mejor pude.

Debo reconocer como palanca del éxito profesional en Iquitos, mi incursión en el periodismo con una columna de temas pedagógicos en el Diario “Eco” en el año 1966, que tenía como Jefe de Redacción al buen  periodista Isaías Gómez Linares, el hecho me dio una dimensión no acorde con la realidad.

En nuestra ciudad guardo mi gratitud a los ex seminaristas Luis Santa María Calderón quien me invitó a trabajar en Corlib  cuando él era Presidente, a José Murgia  Zannier me invitó a trabajar en la MPT, y la misma gratitud a César Acuña Peralta por la misma confianza en mi trabajo y por invitarme  para trabajar en GORE.LL a través de la entonces gerente Tania Soledad Baca Romero.

También mantengo mi gratitud en mi paso por el Diario La Industria,  a los Directores Alfonso Campos Pérez, Grimaldo Luna Victoria Gutiérrez, Julio Lázaro Villacorta, Guillermo Miranda Pulido y  amigos de trabajo que facilitaron mi labor.

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