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PARCERO

Lexicografía Norteña / Columna de opinión 

Por: Juan Castañeda Murga

En los últimos diez años junto con la migración venezolana a nuestro país ha venido también, aunque en menor porcentaje, una migración colombiana. Hasta el mes de julio, según la Superintendencia Nacional de Migraciones había 53852 residentes colombianos en el Perú. No es extraño entonces escuchar en la calle el dejo o forma de hablar de estos migrantes, especialmente cuando a veces te llaman “parce”. Esta palabra es un apócope de parcero y esta a su vez de aparcero, que proviene del latín medieval partiarius y del latín clásico partire. En España el aparcero era antiguamente el campesino sin tierra que trabajaba sin salario para un terrateniente, repartiéndose entre ambas partes la cosecha o sus ganancias. En el Perú se usa hasta hoy la palabra: partidario en el mismo sentido. La Academia de Colombiana de la Lengua en el Breve Diccionario de Colombianismos sostiene que “parce” o “parcero”, se usa en el sentido de compañero o amigo. Según la filóloga Luz Stella Castañeda Naranjo, dicha palabra entró al léxico colombiano en la década decada de los 80 vía Brasil con la palabra portuguesa “parceiro”, por los trabajadores de las cocinas de droga ubicadas en la frontera entre Colombia y Brasil, convirtiéndolo en “parcero”.

Pero “parcero”, aparece en el léxico trujillano de principios del siglo XIX. Dos procesos judiciales de Causas Criminales procedentes del Archivo Regional de La Libertad mencionan esta palabra, ambos son del 1812, en el primero Mariano Rodríguez, zambo esclavizado del presbítero Manuel García, se hallaba preso por robo en la cárcel y su manceba María Asunción Espinoza le llevaba el almuerzo todos los días e iba acompañada de José María Sierra, amigo de Mariano, quien se refería a él como “su parcero”. El otro expediente describe una reyerta ocurrida en las tierras de Isla, ubicadas en el valle de Santa Catalina, José Martínez Céspedes, labrador, estaba en una reunión con otras personas en una chichería, allí en el campo, mientras que Gaspar, zambo chacarero de la hacienda San Nicolás del Paso, conocida como Laredo, observaba la reunión desde fuera. En un acto de cortesía Céspedes le invitó a pasar y le dijo: “parcero que hace Usted en el frío porque no dentra Usted adentro”. Gaspar ingresó al local y agredió a Céspedes.

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