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Dominic Livakovic: Del anonimato a ser el centro de los focos y el protagonista de la eliminación del equipo más campeón de la historia.

  • Dominik Livakovic, la figura del arco de Croacia que puso fin al sueño de Neymar y Brasil

LOS FOCOS

Apretó los puños con los guantes y se paró enfrente de su rival. Lo midió, lo esperó y le atajó. Nadie celebró mucho, porque la liga croata está alejada de los grandes focos. Pero la confianza que ganó se le grabó en el alma.

Con el tiempo se volvió un gran arquero y el Dinamo de Zagreb, el equipo más poderoso del país, lo fichó para resguardar los palos. Después llego la selección, y desde el anonimato que viven los terceros arqueros celebró la medalla de plata que Croacia se colgó en el pecho en Rusia 2018. Nadie le prestó atención y el volvió a su área, a su secreta guarida, en donde se preparó silenciosamente para ser el mejor.

Pasaron cuatro años y su nombre estaba nuevamente en la lista mundialista, sólo que ahora, como arquero titular.

Le atajó a Marruecos, le atajó a Canadá y le atajó a Bélgica. Concedió un solo gol en fase de grupos y su equipo se mantuvo invicto. En octavos vino Japón y otro arco en cero. ¿En los penales? Atajó tres y los focos se giraron tímidamente hacia él. Pero en el horizonte venía Brasil, el gran favorito, el monstruo hambriento de los mundiales, que aplastó a su rival de octavos en 30 minutos.

El joven portero no se achicó. Atajó una y otra y otra y otra. Nueve atajadas en el tiempo regular y otro arco en cero que se iba al alargue. Ahí fue superado, literalmente, porque Neymar lo tuvo que eludir para patear. Pero las leyendas se construyen con tropiezos y desde el otro lado de la cancha contempló la jugada que le dio el empate a Croacia al minuto 117. Nuevamente penales, nuevamente la historia en juego.

Su equipo anotó el primero y él se paró enfrente de su rival. Golpeó los guantes y midió al ejecutante. Cinco segundos después atajó el penal que silenció a medio estadio y a medio planeta.

Después sus compañeros patearon con éxito y Marquinhos reventó la pelota contra el palo metiendo a Croacia en su segunda semifinal consecutiva.

Los croatas salieron corriendo a celebrar y él se unió a ellos. Hizo su trabajo, le atajó todo a la selección con más delanteros del mundo, y contuvo el penal que los clasificó en contra de todos los pronósticos.

En cuatro años Dominic Livakovic pasó del anonimato a ser el centro de los focos y el protagonista de la eliminación del equipo más campeón de la historia. Lo hizo escribiendo la suya, a la que aún le queda mundial.

 

Fuente: https://www.facebook.com/photo/?fbid=704304531264856&set=a.645760260452617

Foto: https://www.latercera.com/

 

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