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132 AÑOS DE NACIMIENTO DEL VATE CÉSAR VALLEJO

Por: CARLOS CABALLERO ALAYO

Con ocasión de celebrarse los 132 años del nacimiento del vate santiaguino CÉSAR VALLEJO, rendimos homenaje a una de las figuras más destacadas del mundo literario y que naciera en Santiago de Chuco un 16 de marzo de 1892. Y a partir de sus creaciones poéticas es posible comprender qué pensaba el poeta acerca del mismo origen de la vida, sus sentimientos para con su propia vida y qué ideales tenía para con la vida de los demás. El amor, la solidaridad, el interés por los necesitados y el triunfo de la vida sobre la muerte son los sentimientos que hallamos en esta poesía que trasciende en el tiempo y en el espacio. Y tratándose de su nacimiento, por ahora, nos limitaremos a dar una pincelada a su texto poético ESPERGESIA, en el que habla de su nacimiento.

En primer lugar, Espergesia es una palabra inventada por Vallejo, compuesta de dos términos: Esperma y Génesis. Lo cual sustenta sus conocimientos, ya que él ha estudiado ciencias, y contraponiéndose a estas teorías está la religión, en ambos puntos de vista se busca explicar la incógnita en cuanto a la creación del ser humano.

Para comprender, veamos de manera ligera 3 apartados: el 1ro, desde la estrofa 1 a 3, el tema es el abandono de Dios. En el primer verso hace referencia a la frase “Yo nací un día que Dios estuvo enfermo”, reiteración que se ve presente en todo el poema. En este verso se humaniza a Dios, al afirmar que está enfermo, la palabra enfermedad simboliza sufrimiento. A través de una hipérbole en el tercer verso “Todos saben que vivo, que soy malo; y no saben del diciembre de ese enero…” En estos versos explica la percepción global de su situación, de falta de entendimiento; además, con la antítesis enero-diciembre hace referencia al tiempo.

El 2do apartado, las estrofas 4 y 5. Comienza con la reiteración de los primeros dos versos. En el verso quince, evoca a su hermano, y lo exhorta a escucharlo. “Bueno. Y que no me vaya sin llevar diciembres sin dejar eneros…” de nuevo hace referencia a lo antes ya hablado, el yo lírico siente la necesidad de dejar una marca de sus pensamientos.

El 3er apartado, las estrofas 6 a 8, comienza con una reiteración “Todos saben que vivo, que mastico… y no saben por qué en mi verso chirrían, oscuro sin sabor de féretros…”. Con una hipérbole manifiesta el contexto general del mundo, tienen consciencia que el yo lírico está vivo, en un mundo mundano, pero no lo entienden, y no lo harán probablemente hasta el día de su muerte. “Todos saben y no saben que la luz es tísica, y la sombra gorda…”. En este verso sostiene una indiferencia más notable, la humanidad no puede escucharlo o verlo, tísica y gorda son parte de una prosopopeya para demostrar que la indiferencia es sorda y la visión hacia un entendimiento es nula. El poema finaliza: “Yo nací un día que Dios estuvo enfermo, grave” se explica la estructura circular del poema, llegando a la misma sentencia con la cual había empezado, humanizando a un Dios.

Concluimos que César Vallejo desarrolla una idea de desolación y cree que desde su nacimiento ha sido destinado o marcado para una existencia difícil, hasta trágica. Con todo, la figura de Dios está presente, de hecho, es una afirmación de su existencia y que lo considera responsable de su nacimiento y vida. También puede entenderse que los humanos nos creamos a nosotros mismos.

Que estos 132 años de nacimiento, sirvan para comprender con mayor exactitud y difundir la obra del escritor liberteño CESAR ABRAHAM VALLEJO MENDOZA.

  1. 16-03-2024.

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