Resistencia
Por: Katty Martinez Rodas
La vida de millones de mujeres peruanas está marcada por la resistencia, el trabajo arduo de cada día, la lucha sin fin de lograr un país más igualitario. En este camino escuchamos toda clase de ideas disparatadas, ideas machistas y muchas veces un montón de insultos y amenazas.
Si sales a marchar contra la corrupción, eres roja terruca. Si sales a luchar contra la violencia machista, eres despechada y no sabes perdonar. Si haces talleres de educación en zonas vulnerables, te dicen “con mis hijos no te metas”. Si haces uso de los espacios públicos, “por eso las matan, por no estar en su cocina, en su casa”.
La vida de millones de mujeres peruanas también está marcada por el hartazgo. Estamos hartas de que nos maten, violen, abusen de nosotras, nos agredan y degraden, hartas de humillaciones en la calle, en la casa, escuela y hasta en donde trabajamos. Y es por eso que dejamos de quejarnos y sentirnos abatidas, y empezamos a tomar acción, visibilizando nuestra situación desde perspectivas diversas.
Cuando nació el movimiento “Ni una menos”, muchos no entendían por qué el “menos” si las cifras de muertas iban en aumento. Es que claro, lo ven desde fuera, pero por dentro, en el espacio personal es una silla menos, un plato menos, un abrazo de mamá menos, la sonrisa de una hermana menos, una amiga menos, un hueco en el corazón y en el alma. NO estamos completas, nos faltan muchas. Y es por ellas que pese a todo, resistimos, por nosotras y las que vendrán.