Personas con discapacidad severa de Cajamarca desarrollan productos orgánicos en sus territorios
El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, a través de los programas sociales Contigo y Foncodes, promueve el desarrollo productivo de las personas con discapacidad severa y sus familias, brindando asistencia técnica y acompañamiento en sus territorios a los usuarios que viven en los distritos de Santa Cruz de Toledo y Guzmango, ubicados en la provincia de Contumazá, región Cajamarca.
Ellos no pueden ver, pero cultivan hortalizas; no pueden caminar, pero lograron cosechar alimentos orgánicos como el maíz, la alverja y la papa. Ser una persona con discapacidad severa les puso muchos retos en la vida, pero hasta ahora ninguno limitó sus ganas de aprender y salir adelante.
Rosmelí, Carlos, María y Celmira, son algunas de las personas con discapacidad severa, integrantes del Piloto “Noqanchis Atisun” (cuyo significado en quechua es “Todos Podemos”), primera iniciativa de inclusión productiva ejecutado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social,
Contigo otorga una pensión bimestral de 300 soles a las personas con discapacidad severa, y ahora en Cajamarca 33 usuarios y sus familiares aprenden actividades productivas, con el fin de mejorar su alimentación y sus ingresos económicos.
Desde octubre del año pasado, los integrantes del piloto recibieron asistencia técnica del Proyecto Haku Wiñay sobre módulos de cocina mejorada y compostura, crianza de animales menores, implementación de biohuertos, producción de cultivos como maíz, papa, alverja, alfalfa, trigo, hortalizas, entre otros.
Además, a través de un gestor del Programa Contigo, recibieron acompañamiento en el hogar para el reconocimiento de sus derechos, así como el fortalecimiento de sus habilidades a través de diversos talleres sobre organización, primeros auxilios, hábitos saludables, autoestima y perseverancia.
Ocho meses después, el resultado es la primera cosecha orgánica producida por los usuarios junto a los miembros de su hogar, mostrando la capacidad que tienen las personas con discapacidad severa para incorporarse en actividades productivas.
En el piloto participan en su mayoría personas adultas entre los 18 y 59 años. Del total de integrantes, el 47.8% son mujeres y el 52.2% son hombres, siendo los usuarios personas con discapacidad física, visual, intelectual y mental.
El maíz orgánico de Rosmeli Calvanapón
Rosmeli Calvanapón de 40 años, es una persona con discapacidad física y vive en el distrito de Guzmango. Él no puede mantenerse de pie permanentemente, pero a falta de unas piernas fuertes que sostengan su cuerpo, aprendió a caminar desde muy pequeño en cuclillas.
Fue su padre, quien le enseñó a trabajar en el campo y gracias al Piloto de Inclusión Productiva “Noqanchis Atisun”, Rosmeli recibió la asistencia técnica y la capacitación necesaria para convertir sus cultivos de maíz y papa en productos orgánicos.
El biohuerto de María y Celmira
Martha y su hija Celmira son personas con discapacidad visual y viven en el caserío El Aliso. Ellas implementaron un biohuerto con la ayuda de Franklin, el esposo de Martha y su hijo menor Jorge. Juntos trabajaron cultivando hortalizas como lechuga, beterraga, alcachofas y rabanitos. De esta forma, la familia Uceda mejora su alimentación familiar, elevando su calidad de vida.
Contigo en Cajamarca
En la región Cajamarca, 5547 personas con discapacidad severa, que viven en situación de pobreza extrema, reciben una pensión bimestral de 300 soles, la cual es entregada por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, a través del Programa Contigo.
A nivel nacional, el Programa Contigo entrega la pensión a 19 833 usuarios que viven en 22 regiones: Amazonas, Callao, Lima, Cajamarca, Loreto, San Martín, La Libertad, Lambayeque, Piura, Tumbes, Ancash, Huancavelica, Huánuco, Junín, Pasco, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Moquegua, Madre de Dios y Puno.