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Lo que la naturaleza nos regala, la mano del hombre lo degrada

Por Gresia Gutiérrez

El deterioro ambiental ha aumentado hasta niveles alarmantes en las dos últimas décadas, y Trujillo no es la excepción de este problema mundial. Hay diferentes puntos en la provincia, donde se observa lo inescrupulosos que podemos ser los hombres cuando de tratar de deteriorar nuestra casa se trata al arrojar basura y desperdicios creado verdaderos focos infecciosos y afectando el ornato de la ciudad.

Las avenidas 26 de Marzo (Florencia de Mora), Federico Villarreal, Mercado La Hermelinda, Mercado Mayorista, incluso la avenida España, entre otros lugares, lucen con gran cantidad de desperdicios. A ello se suma los grandes montículos de tierra que aún no son recogidos y que se han convertido en una especie de murallas de tierra.

Las aguas del río Moche también están contaminadas por heces fecales y se encuentra en la categoría tres para el riego de vegetales y bebida de animales, preocupación de la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Y este que en este río está lleno de metales pesadas, como producto de las actividades mineras en la sierra de La Libertad.

El mercado La Hermelinda y avenidas principales presentan un alto índice de contaminación por causa de los vendedores que arrojan sus residuos y los esfuerzos de las autoridades no son de gran ayuda para solucionar este problema.  Y se sabe que el centro de abastos Zonal Palermo (ex Mayorista) acumula alrededor de 50 toneladas de residuos sólidos.

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