Historias de terror
Por: Katty Martinez Rodas
Ayer la gente se debatía entre celebrar Halloween y disfrazarse de monstruos o irse de jarana a una peña criolla y bailar un sabroso vals.
Ayer se cumplieron 3 años en los que por meses no necesité máscara ni disfraz para que la gente no me reconozca , suficiente era con andar con un yeso en la nariz, la cara hinchada, caminando lento por todos los moretones en el cuerpo y buscando justicia. Algunos me miraban con pena, otros justificaban a Cesar, mi agresor. La definición de monstruo para mí llega en la imagen de ese periodista que me cambió no solo el rostro a golpes (siempre me preguntan si la del dni soy yo),y tuvo el cuajo de amenazar a mi madre y otras mujeres, ese para mí es un verdadero monstruo, esa es una historia de terror que se repite constantemente en nuestro país, y muchas veces son voces que nunca podrán contar su historia porque están muertas, porque no sobrevivieron. ¿Quieren historias de terror? Escuchen a las mujeres que salieron vivas de la violencia machista, vayan a los juzgados para que sepan cuantos agresores con mil pruebas en su contra siguen libres y sueltos, escuchen los testimonios de las miles de familias rotas por culpa de feminicidios, golpes y violaciones.
No mal entiendan, las mujeres sobrevivientes seguimos en pie, no vivimos cada día pensando en lo que nos pasó, no actuamos por despecho toda la vida, ni nos victimizamos. Pero pregúntense si un día que les cambió para siempre pasarían inadvertido, si al pasar por un lugar en donde su sangre cayó a chorros no les congelaría hasta el aliento. Pese a todo seguiré dando charlas de prevención de violencia, seguiré informándome para poder dar un consejo más certero y seguiré luchando para que otras no cuenten horrorosas historias de violencia real.