“Desayuno al paso”
Por: Percy J. Paredes Villarreal
A lo largo de estos últimos tiempos, la globalización, el posmodernismo y el neoliberalismo, nos ha traído una serie de cambios sociales, culturales, políticos y económicos en la vida de las personas; donde la dinámica de los seres humanos es muy acelerado, implicando en muchos de los casos problemas que tienen que ver con el aspecto alimenticio.
Esto se ve reflejado en la vida que todos los seres humanos llevamos diariamente, desde que salimos de nuestro hogar hasta la noche en que retornamos; habiendo muchos obstáculos que tenemos que enfrentar durante el días.
A pesar de los inconvenientes que todos nosotros tenemos, por la mañana, al momento de salir para ir a nuestras labores, estudios, etc.; en muchos de los casos obviamos tomar nuestro desayuno como primer actividad nutricional que debemos hacer diariamente. Porque sabemos que en la esquina de la calle, o antes de llegar al paradero para tomar la movilidad, o antes de llegar al trabajo, encontramos a una persona con su carretilla o triciclo vendiendo desayuno, donde podemos tomar una quinua, maca, avena, leche de soya, acompañado con su respectivo pan con jamonada, tortilla, lomito, pollo, etc. De esa manera satisfacemos nuestro organismo por la mañana.
Antes que aparezcan estas actividades informales, al cual lo denominaremos “Desayuno al paso”, encontrábamos a los emolienteros que a partir de las 5 de la mañana ya se encontraban en lugares estratégicos vendiendo su emoliente para aquellos que deseaban consumir.
Pero la dinámica laboral informal de estas personas dedicada a la venta del “desayuno al paso”; ha permitido que personas migrantes de la zona rural, en su gran mayoría, vean esta oportunidad para incorporarse al negocio brindando este servicio alimenticio matutino.
Estos vendedores o también denominados emprendedores, se ubican a partir de las 6 de la mañana en lugares estratégicos, en su gran mayoría están frente a Instituciones Educativas, Entidades Públicas, Plaza de Armas, etc., con su carretilla, o mesa con una pequeña vitrina y donde tienen distribuido en forma ordenada los diversos productos que tienen para ofertar al cliente o ciudadano que pasa por allí y que al no haber podido desayunar en su casa lo puede hacer en la calle; esto lo realiza debido al poco tiempo que le falta para llegar a su centro laboral o casa de estudio.
En otras ocasiones existen personas que llevan consigo su depósito adecuado para que el vendedor lo llene con un determinado líquido además de comprar uno o dos panes con algo dentro, llevándolo a su centro de trabajo desayunando allí. Algunos le piden que lo llene en una botellita de plástico, el cual tiene un precio de más, y otros que “son más misios” le piden al vendedor que lo llene en una bolsa plástica, obviamente acompañado con su respectivo pan con algo.
Este servicio “Desayuno al paso”, está constituido por una familia que desde muy temprano, 3 de la mañana, se levantan para preparar lo que van a vender en la calle; posteriormente llevan en baldes apropiados el líquido al lugar donde se ubican para ofertar su producto, evitando que se derrame; luego del balde van vaciando a una jarras de plástico transparente colocándolo en la mesita de su carretilla, conforme van vendiendo y se va acabando van llenando, hasta culminar lo que está en el balde grande.
Algunos cuentan con una carretilla o triciclo, que son adecuado para la venta de desayuno es fácil su traslado como también para guárdalo al culminar su faena; preferentemente lo hacen en una cochera cerca al lugar donde venden su producto; en cambio, otros llevan su mesa y sillas, pero se adecuan a las circunstancias para brindar este servicio.
Esta carretilla o triciclo, se adecua para la distribución de sus cosas, ya que en la mesa colocan sus jarras de plástico donde están los productos mencionados líneas arriba; así como también encontramos para un lado se ubican las vitrinas donde colocan los diversos panes con un determinado producto, como es el pan con queso, con mantequilla, con lomito, con carne, con pollo, con palta, con chicharron, tortilla de verduras, etc.; donde uno mismo puede elegir y la vendedora se encarga de darle dentro de una bolsa.
Muchas de estas vendedoras son mujeres, madres de familia solteras o con compromisos, que pasan de los 30 años de edad; pocos son varones los que realizan este servicio, algunas veces encontramos a las vendedoras que tienen a sus pequeños dentro de su triciclo durmiendo o echados para que no le molesten, en otras ocasiones si sus hijas son más adolescentes, también apoyan a la madre a vender.
Algunos de estas vendedoras dicen que preparan como mínimo para 200 vasitos de cada producto, ya que la mayoría para mantener a su clientela le da una “yapa” o también lo denominan “plus” (que viene a ser media taza o más de la mitad para el consumidor). El precio de cada vasito es de 1 nuevo sol.
Del mismo modo, encontramos a abastecedores que se encargan de brindarles los insumos como: les trae el pan, otros les trae el queso, tortilla, palta, camote, etc., y ellas se encargan de llenar al pan, y cada cierto día vienen a cobrarle lo que le han abastecido. Asimismo, en su mayoría no bajan de 50 panes por cada producto que va dentro y su valor es de 1 nuevo sol.
El tiempo que dedican a dicha actividad viene a ser de aproximadamente 5 horas, ya que de 6 a 11 de la mañana, como máximo, trabajan posteriormente se retiran hasta el día siguiente, ya que, por la tarde ese lugar es cubierto por otra persona que realiza la misma actividad.
De esa manera, muchos de nosotros nos hemos acostumbrado a acudir a este servicio, y encontramos muchas personas dedicadas a esta actividad, que nos atiende con cierta amabilidad para tomar un suculento desayuno reemplazándolo al de la casa.
En algunos lugares encontramos a las vendedoras uniformadas con un mandil blanco, con la insignia de la municipalidad; demuestran que tienen autorización de la entidad edil, para brindar el servicio; asimismo, algunos tienen el mandil y el gorro de color blanco y su triciclo lleva el nombre de la municipalidad. Eso demuestra que están empadronadas y son formalmente vendedoras.
Si lo vemos desde un punto de vista económico, encontramos que es una actividad rentable, donde la persona llega a ganar aproximadamente 1,000 nuevos soles diarios, de las cuales el 50% es para el gasto y la otra parte es ganancia y si lo contabilizamos por 5 días y lo multiplicamos por cuatro semanas que trae el mes, nos arroja una cantidad que supera los 3 mil nuevos soles.
Como es un servicio informal no paga ningún tipo de impuesto ni sisa (ya que ha desaparecido), no tiene gastos dentro de esa línea.
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