Croacia eliminó a Brasil en el mundial Qatar 2022
¡La Soberbia se pagó muy caro!
Por: Vicente Cortez Urcia
Creer que ya tienes ganado un partido antes de jugarlo es el peor error que se puede cometer en el fútbol. Es un pecado que se puede pagar hasta con la vida, las esperanzas y los mismos sueños; y eso fue lo que le sucedió a la ultra favorita Brasil que, tras el baile dado a Corea del Sur en octavos, aún se había quedado mareada de tanto jolgorio.
El equipo de Tite no tenía calculado lo que podía pasarle si no tomaba muy en serio a su rival de turno, Croacia -vigente subcampeona del Mundo- a la que no se le puede subestimar, ni descuidar, siquiera un poquito. Una pesateñeada del Scratch y el cuadro balcánico los mandó a definir el esperado pase a semis de manera in extremis donde los mandó a casa, aumentándoles el trauma de no saber definir una llave elimimatoria frente a un europeo desde hace ya 20 años.
En la cabeza de ningún jugador brasileño había lugar para pensar en la eliminación, sino en ver en que parte del escudo verdeamarelo colocar la sexta estrella (tal y como lo hizo en un principio Neymar en su short o recientemente una revista brasileña).
No existe explicación a esta hecatombe, para los supersticiosos, ocasionada por la maldición de ‘Hexa’, un gato que se les cruzó accidentalmente en el camino para arruinarles el sueño mundialista. Así llegó a su fin el exceso de confianza, triunfalísmo y muestras de soberbia de la Canarinha.
Sin imaginar que este iba a ser su último partido en suelo qatarí, Brasil esperó el pitazo inicial del árbitro inglés Michael Oliver para salir a hacer una presión asfixiante, tal y como le fucionó frente a los surcoreanos; sin embargo, el orden defensivo y de marca mostrado por los balcánicos hizo que el cuadro de Tite no sea el arrollador que, se pensaba, iba a ser.
Con el correr de los minutos, Croacia fue acomodándose en el campo de juego y empezando a realizar algunas jugadas de peligro, sobretodo por el lado derecho con Mario Pašalić y Josip Juranović cuyos pases envenenados dentro del área de Allison Becker no eran bien aprovechados por los ofensivos croatas, Andrej Kramarić y Iván Perišić.
Sin lugar a dudas, el primer tiempo no fue de la comodidad, ni del agrado de Brasil que se encontró con la piedra croata en el zapato cuando creyó que todo iba a salirle más sencillo.
En la segunda parte, la escuadra Verdeamarela quizo sorprender desde el arranque con un pase buscapié de Éder Militão que, por poco la mete en contra Josko Gvardiol, pero que tuvo como principal salvador a un atentísimo portero Dominic Livaković cuyas manos evitaron algo peor.
Casí en seguida, a los 47′, otro claro ataque de los brasileños que no pudo concretar Neymar Jr. dejó como protagonías a Vinicius Jr. quien, en el mano a mano con Livaković no pudo vencer a la auténtica muralla balcánica. Era minutos de verdadera presión brasileña sobre todo lo que podía aguantar el equipo de Zlatko Dalić.
Ni con Rodrygo, ni con Antony en el verde, Livaković dejó de ser la figura de Croacia, pues ahogó las jugadas que estos dos armaban para Lucas Paquetá y Neymar en los minutos más calientes del partido, cuya definición tenía que verse en la prórroga.
En el tiempo suplementario, fue Croacia la que se animó a jugar, con solo con el balón, sino con las dudas de Brasil que ya estaba impaciente por no haber resuelto esto en los 90′. Fue así que a los 102′, una jugada filtrada del ingresado Bruno Petković, tuvo como protagonísta a Marcelo Brozović cuyo remate salió completamente desviado, lejos del arco de Allison.
Perdida la oportunidad de Croacia, fue el Scratch el que aprovechó su momento para lograr ponerse arriba en el marcador. Fue a los 105′, cuando una doble pared entre Neymar con Rodrygo y luego con Paquetá, le dio todo el tiempo y espacio suficientes para doblegar la resistencia de Livaković quien no pudo frenar el buen avance que había hecho ‘Ney’ desde los tres cuartos de cancha.
Ya en la segunda mitad suplementaria, Brasil tomó la mala decisión de esperar a Croacia y el final para cantar su pase a semifinales. Sin embargo, cuando se jugaban los 115′, un buen avance de Mislav Orsić hizo que dejara el balón para Petković para que defina el empate, gracias al desvío generado por Marquinhos, al momento de la definición que valió para acabar los 30′ más con un empate 1-1 que obligaba a brasileños a definir su suerte con la más fuerte Croacia.
Con los pies bien puestos sobre la tierra, Croacia tuvo la sangre fría y la definición de su lado, pues lograron convertir sus cuatro tiros por obra de Nikola Vlašić, Lovro Majer, Luka Modrić y Orsić.
En tanto a Brasil, a pesar de los aciertos de Casemiro y Pedro, la eliminación se les presentó de manera abrupta ante los tiros errados de Rodrygo y Marquinhos cuyo remate dio en la base del poste de Livaković cuya desate de locura, junto a sus demás compañeros, fue haber inscrito por segunda vez consecutiva, a su nación, Croacia, como una de las cuatro mejores selecciones del Mundo.
El llanto desconsolado de toda la Canarinha y, especialmente, de Neymar Jr. era por haberse dado cuenta muy tarde que la soberbia se paga muy caro en la vida y en el fútbol mucho más aún, alejándolos de esa latente posibilidad de lograr un nuevo campeonato mundial, esquiva desde Japón-Corea 2002. Ni modo, a empezar de nuevo para la siguiente Copa del Mundo del 2026.
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